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El Periné Femenino

La parte más sagrada y a la vez la más ignorada por las mujeres.

Desde hace años la mujer ha estado expuesta a la presión social de que siempre tiene que estar guapa y perfecta en todo momento. Por ello las mujeres buscan todo tipo de técnicas estéticas, maquillajes, pequeños “retoques” etc. Pero todos ellos encaminados a la imagen externa que de ellas se tiene. También es cierto que desde hace unos años, la importancia de la buena alimentación y la salud va cogiendo más fuerza en la sociedad, pero en particular, podríamos decir que es una presión extra para  este colectivo femenino.

Las mujeres hacemos todo tipo de deporte, dietas alimentarias, tratamientos estéticos y un sinfín de peripecias ilimitadas para así conseguir una imagen lo más perfecta posible de cara a lo que la sociedad le demanda.

Pero existe una parte de nosotras que se nos olvida cuidar, una zona para muchas mujeres desconocida, el Periné femenino o Suelo Pélvico.






¿Qué es el Periné Femenino?

El periné está situado en la parte inferior del tronco, en el fondo de la pelvis menor, delante del sacro y el coxis. Esta zona está atravesada por tres orificios: URETRA - VAGINA Y ANO.

La uretra tiene como principal función la expulsión de la orina procedente de la vejiga. La vagina es un conducto fibromuscular elástico, que forma parte de los órganos genitales de la mujer, permite la salida del flujo menstrual y es importante en las relaciones sexuales y el parto. Por último el ano tiene como función la expulsión de las heces.

Estos tres órganos están a su vez recubiertos por diferentes músculos que los sostienen y que pertenecen a la musculatura del suelo pélvico.




¿Por qué es importante tener en cuenta estos órganos y por tanto esta zona en la mujer?

Las mujeres deberían tener un especial cuidado del periné en tres momentos de vital importancia en sus vidas y relacionadas con la alteración hormonal:

  • Comienzo de la pubertad (entre los 10 y 14 años). Primera menstruación.

  • Embarazos, sobre todo en el primero.

  • Menopausia.

Estos hitos evolutivos hacen que la zona pélvica se desestructure: se dilata, se contrae y se puede deformar si no lo atendemos adecuadamente. Pero además, el periné es una zona de fuertes presiones relativamente frecuentes:

  • Deporte fuerte e intenso

  • Cinturas apretadas

  • Cargas pesadas

  • Toser o Estornudar

  • Defecación

  • Parto

Junto a todo ello, el factor de la edad también puede influir en la debilitación de toda esta musculatura. Por lo que aún se hace más necesario atender correctamente dicha zona llevando a cabo un cuidado especial en nuestra vida diaria.

Uno de los posibles problemas que más afecta a la mujer y por ende al periné, son los PROLAPSOS. Los prolapsos son órganos que pierden su tono muscular debilitándose y dando paso a diferentes problemáticas tales como la incontinencia urinaria, desprendimiento de vejiga, lesiones en el recto, problemas de estreñimiento, sujeción de la vagina...


 

Algunos ejercicios para fortalecer el Periné Femenino

  1. Siéntate cómodamente en una silla. Coloca la espalda recta y pon los pies en paralelo y apoyados en el suelo. Coloca las manos en el bajo vientre para tener más conciencia y sensibilidad del ejercicio. Inspira por la nariz y siente como se hincha la zona del abdomen. Expira por la boca y curva tu columna vertebral llevando la cabeza en dirección a tus piernas, mientras haces este movimiento, siente cómo se contrae desde el pubis todo el bajo vientre (suelo pélvico).

  2. Colócate de pie con las piernas separadas a la anchura de la cadera. Contrae el abdomen y eleva los brazos a la vertical. Estira los brazos lo máximo que puedas, como si quisieras tocar el techo. Tras ello de nuevo contrae el suelo pélvico, flexiona las rodillas y baja el tronco, glúteos y brazos hacia el suelo (posición en cuclillas sin elevación de los pies). Mantén ahí varias respiraciones y cuando termines regresas a posición inicial recordando contraer la zona abdominal.

  3. Sitúate de pie con las piernas abiertas y separadas algo más que la posición de tus caderas. Coloca los brazos en cruz y mantén la espalda recta. Desde esa posición inspira y bajas exhalando haciendo una semi flexión de rodillas (no bajes en exceso). Desde este punto inspira de nuevo y al exhalar contrae el suelo pélvico y subes a posición inicial.

Éstos son algunos ejercicios que nos permiten revitalizar y fortalecer la musculatura pélvica y nos ayudan a prevenir posibles disfunciones relacionadas con la pérdida muscular de dicha zona.

Una forma de trabajar, en tu vida diaria, el suelo pélvico es a través del Hatha Yoga (unión cuerpo - mente) potenciándote una mayor conciencia corporal, mental y espiritual. 

¡¡Así que no esperes más y ponte a trabajar tu periné femenino!!

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